Cuando
miro con cuidado
¡veo florecer la nazuna
junto al seto!
¡veo florecer la nazuna
junto al seto!
Matsuo
Bashô (1644-1694)
Desde siempre he sentido atracción por la
imagen fotográfica: detener la realidad por un instante y congelar el presente
durante décadas; tener la oportunidad de volver a mirar el pasado de cada uno,
de su gente, del mundo que habita. Descubrir que viviendo en el mismo espacio
escénico, en las mismas coordenadas geográficas, el escenario actual dista
mucho de lo que fue en otro tiempo.
Es poderosa la imagen, la realista
y la más abstracta. Esta es una de las grandes posibilidades que ofrece la
fotografía: reflejar fielmente la realidad, lo que ocurre en algunas ocasiones,
o bien crear otros mundos haciendo aflorar a la superficie fragmentos de la
escena que habían pasado desapercibidos en un primer momento.
«La
belleza está en los ojos del que mira»
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