viernes, 23 de octubre de 2015

Vida cotidiana en Varanasi

Desde la llegada en tren a Varanasi todo fluye a pesar del aparente caos. Los turistas que llegan en el Maharajas Express (no fue mi caso), el tráfico imposible que encuentra siempre un resquicio por el que continuar, las vacas que campan a sus anchas, pero bajo la atenta mirada de los vendedores de fruta y verdura. Todo parece caótico, pero al contemplar los rostros serenos y amables de las personas uno piensa en lo mal que soportamos la tensión de un atasco en otros paises. Vida cotidiana que discurre entre callejuelas, donde nos sorprende un cortejo fúnebre o vemos publicidad para ricos en medio de los slums. Cientos de miradas que siempre pintan una sonrisa para quien se acerca hasta ellos, viniendo de muy lejos. 




Desafiando la ley de la Gravedad













Se afeita completamente la cabeza en señal de luto por la muerte de un familiar

















jueves, 22 de octubre de 2015

Varanasi (India)

Varanasi (Benarés) es una de las 7 ciudades sagradas para el hinduismo (tb. para los budistas). Tiene casi 4 millones de habitantes y el Ganges es el motor de todos ellos. Todo hinduista que muera en ella o hasta 60 Km. de distancia, queda liberado del ciclo de reencarnaciones. Además es lugar obligatorio de perigrinación, para todos ellos.  Desde los ghats (la escaleras de piedra que descienden hasta el Ganges) o desde el río, la vida y la muerte confluyen y se entremezclan. Los crematorios funcionan las 24h. del día, recordando que todo hombre debe una muerte a la naturaleza. Las abluciones al alba no ponen reparos al agua contaminada que baja de la ciudad. Tampoco los lavaderos de la orilla.  Los estudiantes de sanscrito realizan movimientos imposibles de yoga, mientras se entremezclan las boñigas del ganado con paja para utilizarlo como combustible. Y todo con una naturalidad que sorprende sobre manera al viajero.