Lo primero que me sorprendió de Camboya es la calidez de la mirada con el que llega de lejos. Su sonrisa casi perenne, el gesto amable con el de fuera y la acogida de pequeños y grandes. Incluso en zonas con mucho turistas (Siem Reap, recibe unos 4 millones al año) la amabilidad está siempre presente.
Blog de fotografía: artística, viajes (Asia, América, África y Europa), retrato, paisaje, arquitectura. Exposiciones. Relatos. Trabajo en el SUMMA 112. Voluntario de Manos Unidas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario